sábado, 25 de mayo de 2013

Tipos de diversidad sexual


4. Tipos de diversidad sexual
La diversidad sexual es la variedad de preferencias sexuales que hay, y abarca además las identidades sexuales. La orientación sexuales son homosexuales, bisexuales, heterosexuales, pansexuales u omnisexuales y asexuales, mientras que en identidad sexual son los que están cómodos con su cuerpo, los transgéneros, los transexuales que son transgéneros que se han operado, los travestis que están a gusto con su cuerpo pero gustan de representar al sexo opuesto, los intergéneros.
   4.1 Heterosexualidad
La heterosexualidad es una orientación sexual caracterizada por el deseo y la atracción hacia personas del sexo opuesto. Un hombre heterosexual se siente atraído por las mujeres, mientras que una mujer heterosexual siente atracción por los hombres.
Heterosexual es aquello perteneciente o relativo a la heterosexualidad. Este término hace referencia a la relación erótica entre individuos de diferente sexo. La heterosexualidad, por lo tanto, es lo contrario a la homosexualidad (relaciones eróticas entre individuos de un mismo sexo) y se diferencia de la bisexualidad (relaciones eróticas con individuos de ambos sexos).
   4.2 Homosexualidad
La homosexualidad (del griego μο, homo «igual», y del latín sexus «sexo») es una orientación sexual y se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo. Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homós (que en realidad significa «igual» y no, como podría creerse, derivado del sustantivo latino homo, «hombre») y del adjetivo latino sexualis, lo que sugiere una relación sentimental y sexual entre personas del mismo sexo, incluido el lesbianismo.
A pesar de que el término gay (que en inglés anticuado significa «alegre») suele emplearse para referirse a los hombres homosexuales y el término lesbiana para referirse a las mujeres homosexuales, gay es un adjetivo o sustantivo que identifica a las personas homosexuales sin importar su género.
Actualmente, el anglicismo gay se refiere en singular o plural a individuos homosexuales; ha venido a sustituir términos castellanos en su totalidad malsonantes u ofensivos (vg. culero, invertido, maricón, puto, sodomita, etc.). Muchos de los conceptos relativos a la orientación sexual (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, transexualidad, etc.) se confunden a veces entre sí, sobre todo por falta de información y por exceso de prejuicios.
   4.3 Bisexualidad
La bisexualidad es una orientación sexual que involucra atracción física y/o romántica hacia individuos de ambos sexos. El término posee el mismo origen que aquellos referidos a otras orientaciones sexuales, homosexualidad y heterosexualidad.
El estatus social que aporta el comportamiento bisexual, homosexual o heterosexual depende, en gran medida, de las diferentes objetivaciones conceptuales que en cada cultura existan de las identidades y comportamientos sexuales, así como de la existencia de diferentes estructuras de género.
   4.4 Pansexuales
La pansexualidad, omnisexualidad, polisexualidad o trisexualidad es una orientación sexual humana, caracterizada por la atracción estética, romántica o sexual por otras personas independientemente del sexo y género de las mismas. Por lo tanto, los pansexuales pueden sentirse atraídos por varones, mujeres y también por aquellas personas que no se sienten identificadas con la dicotomía varón/mujer o con la de masculino/femenino, incluyendo así, por ejemplo, a intersexuales, transexuales e intergéneros.
La pansexualidad es la capacidad de amar a otra persona independientemente de su género. Los pansexuales afirman que para ellos el sexo y el género son conceptos vacíos de significado o que no tienen importancia.
   4.5 Asexuales
La asexualidad es la falta de orientación y deseo sexuales. Las personas asexuales no sienten atracción sexual o física hacia ninguna otra persona y no sienten deseo por el placer sexual; por lo que no encajan dentro de ninguna orientación sexual definida y no es habitual que suelan enamorarse o tengan pareja.
Muchas de ellas se muestran socialmente muy activas y cultivan un gran grupo de amigos que sepan comprenderles y apoyarles. Las personas asexuales tienden a crear un lazo afectivo hacia su pareja (si la tienen), aunque éste no implique el sexo de por medio. Algunos asexuales incluso se involucran sentimentalmente con otras personas, pese a que la barrera de amistad y relación no queda definida muy claramente y puede resultar ambigua.

Diversidad Sexual en Venenezuela

               En toda sociedad cada individuo es libre de ejercer su sexualidad, es por ello que en la actualidad la existencia de heterosexualidad, homosexualidad o bisexualidad, forma parte de la vida social
Las personas vivimos en un medio social que compartimos con otros seres humanos; esos/as otros/as con los cuales definimos los diversos aspectos de la realidad cotidiana. Estas definiciones nos ayudan a designar como también a interpretar los hechos, sobre los cuales actuamos adoptando una posición ante ellos. Esta forma común o colectiva de interpretar la realidad funciona como un conocimiento establecido, que circula entre nosotros/as, y a partir de la cual opinamos o emitimos juicios valorativos sobre lo que acontece a nuestro alrededor.

Así, los discursos colectivos sobre la sexualidad, presentes en todas las sociedades, son percepciones construidas desde determinadas posiciones en la estructura social. Dichas percepciones, se traducen en una serie de “prohibiciones” y “permisos” sobre el comportamiento sexual, tratando de regular, explícita o implícitamente, toda manifestación en materia de sexualidad.
 
 
En la última década, hemos presenciado una serie de cambios en este discurso público así como en el terreno de las prácticas privadas, a propósito de las transformaciones mas generales acontecidas en los ámbitos de políticas internacionales, los foros de discusión, las convenciones, la investigación científica y el compromiso de los Estados, sobre en tema de la salud sexual y reproductiva. Sin embargo, aun cuando se ha avanzado en el reconocimiento de la sexualidad como un aspecto ineludible del ser humano para su bienestar, muchas de nuestras sociedades latinoamericanas parecen no haber solucionado el tema en términos de asumirla como una experiencia definible dentro del campo de la normalidad, es decir, asumirla al interior de respuestas sociales que ofrezcan los medios y las condiciones para su ejercicio como una vivencia grata, protegida, integrada a la vida y ajustada a los fines personales y sociales.

 En algunas sociedades sobre todo en las que impera el machismo como patrón cultural y en las que la heterosexualidad es considerada como la orientación sexual normal o común, tiende a haber discriminación hacia las personas con orientación homosexual, no respetando las diferencias y la diversidad entre las personas. Esta discriminación hace que las personas homosexuales, y en especial los y las jóvenes homosexuales y lesbianas, respectivamente, se sientan aislados o aisladas, pues son tratados y tratadas con prejuicios, burlas e intolerancia. Esto los lleva a ocultar su orientación y reprimir muchos de sus pensamientos y sentimientos, llegando incluso a evitar manifestar su preferencia a su familia y personas más queridas.
 
 
Si hemos identificado y descubierto con claridad y aceptación nuestra preferencia sexual, sea heterosexual y homosexual, es importante conocer que nuestra inclinación sexual es parte de nuestro ser y debe ser respetada, pues es nuestro derecho a decidir y no puede ser motivo de discriminación ni vejación para otras personas. El ser homosexuales o lesbianas no nos hace menos hombres o mujeres, ni mejores o peores personas que las demás.
 
 
Si tenemos dudas o pensamos que no somos capaces de identificar nuestra orientación sexual, así como para manejarla ante nuestro entorno familiar y social, es necesario y recomendable buscar ayuda de especialistas en psicología o sexología, que nos acompañen y apoyen en le proceso de identificación, descubrimiento y aceptación.
 
 
Todas las personas debemos darle importancia y defender la tolerancia por lo diferente, lo diverso y la aceptación de todos los seres humanos, independientemente de su raza, edad, religión, nivel económico u orientación sexual.

Habitualmente este término se usa para referirse a la diversidad dentro de la orientación sexual; de hecho, habitualmente se usa una clasificación simple de cuatro orientaciones: heterosexual, homosexual, Transexual y bisexual; sin embargo, según diversas teorías de la sexología, como la teoría de Kinsey y la queer, esta clasificación resulta insuficiente para describir la complejidad de la sexualidad en la especie humana y también en otras especies animales según diversas investigaciones etológicas. Es decir, por ejemplo pueden encontrarse sexualidades que se situarían entre las anteriores clasificaciones:
  • Entre heterosexual y bisexual: preferentemente heterosexual o heteroflexible.
  • Entre homosexual y bisexual: preferentemente homosexual u homoflexible.
En otras palabras, se cree que dentro de la bisexualidad existe una gran diversidad de tipologías y preferencias que pueden responder a una motivación puramente biológica (sexuación del cerebro) o también puede estar influenciada por las circunstancias (abundancia de un sexo u otro, fuerte libido, etc.). De hecho, en este contexto es posible englobar la heterosexualidad y la homosexualidad dentro del conjunto de bisexualidades, como dos casos situados en los extremos de la preferencia (escala de Kinsey).
Según la sexología, y en especial la de la especie humana, la diversidad sexual incluye también a todas las formas de identidad sexual, tanto si son definidas como indefinidas (teoría queer). En este sentido, socialmente se reivindica la aceptación de cualquier forma de ser, con iguales derechos, libertades y oportunidades, dentro del marco de los derechos humanos.
La población lésbico-gay-bisexual-transgénero (LGBT) suele aprovechar las jornadas del orgullo gay para reivindicar la visibilidad de la diversidad sexual. Ser lesbiana u homosexual no significa tener derechos diferentes en la sociedad, sino reconocer los derechos constitucionales de quienes tienen una orientación sexual distinta. El día 28 de junio se celebra, desde hace varios años, el Día Mundial de la Diversidad Sexual.